Pasamos 120 minutos intensos e inolvidables en el Ciber-café de Juankar.Hubo nervios, sustos, saltos, alegría, desesperación y, al final, un delirio entres besos, abrazos, lágrimas, cava y hasta nuestro propio pulpo Paul nacido en el Najerilla.
Fué un bonito final a un estupendo mundial. Y como lo hemos disfrutado.
Darle las gracias a Raquel por no haberse distraido ni un minuto. Ya lo ves, ganamos.