Hay ciertas horas del día en las que el sol juega con las aguas del río Najerilla.
Son las horas de las luces y las sombras.
Son las horas de los reflejos caprichosos.
Son las horas del movimiento contínuo.
Son las horas de las aguas libres bajo el sol.
Staff
Hace 9 años
hola tio javien cono sacado9,5un besazo
ResponderEliminarHola, traduzco "cono" es conocimiento del medio, osea,ciencias naturales ja,ja,ja.Javien eres tú.El besazo está muy claro.
ResponderEliminarLa verdad que el rio Najerilla por la mañana que el sol le da de lleno y se pueden ver hasta las truchas y todo su fondo, está precioso, pero hay un momento al caer la tarde que el agua "se vuelve negra", ya no vemos todo tan nítido y el rio alegre se vuelve misterioso...
Siempre me lo ha parecido, cuando nos metíamos por la mañana al río y hacíamos balsas éramos los reyes del Najerilla, pero por la tarde el mismo sitio cambiaba y te daba algo de respeto y eso que yo era de las aventureras ja,ja,ja.
1001 besos Javier.
¡Muy bien, Clara, bonita! Hay que estar a lo que estamos, para poder pasar después un buen verano. ¡Qué coño nos viene hablando Javi, de los claroscuros que el sol hace con las aguas del Najerilla, río fiero y bravo, donde los haya, aunque muchos analfabetos crean que está acabado. Un besazo.
ResponderEliminarTio javi me gusta mucho la foto del rio Najerilla. A y se me olvidaba ¡cuando vas ha hacer los cedes del teatro¡ porque Yaiza me ha dicho en el cole que te preguntara que cuando los haces. Adios me voi a la cama.
ResponderEliminarHola sobri Clara.
ResponderEliminar¡Enhorabuena! Un 9,5 en "cono". ¡LLevas ya unos cuantos sobresalientes este año!
Así me gusta. Pronto abrirán la piscina. y, como dice Eusebio, aprueba todo para pasarlo luego estupendamente.
Nos vemos mañana.
Un besazo muy fuerte.
Tío Javi.
Hola sobri Ángel.
ResponderEliminarMe alegro que te guste la foto.
Que bien lo pasamos el año pasado cuando hicimos el vídeo de "Los dulces días de ayer" jugando en el río.
Ahora está la piscina pero antes todos nos bañábamos en verano en el río. Y como nos divertíamos. Este verano tenemos que ir algún día a bañarnos mas arriba de la pirámide.
Nos vemos mañana.
Un besazo muy grande.
Javi.
A veces, como en la foto, el Najerilla baja de luto. El río se queja de que por tenerlo siempre ahí no le hagamos ningún caso.
ResponderEliminarGerardo Diego, profesor de Instituto en Soria,lo dijo muy bien del Duero.
Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
Hago esta reflexión porque hace tiempo que estoy triste. Sí, estoy triste porque definitivamente he perdido en el Najerilla un paisaje muy querido, el de los chopos que en los últimos años de la vida de mi padre, los dos contempábamos en el Paseo, nuestro Paseo, durante las bellísimas tardes de agosto.
Un paisaje vivido se llena de recuerdos. Desaparecido el paisaje, los recuerdos se van difuminando y con ellos una parte muy íntima de uno mismo.
Gerardo Diego dice bien lo que me pasa:
"Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua."
Nunca un pretérito imperfecto de subjuntivo expresó mejor un deseo imposible.
Hola Villegas.
ResponderEliminarMuy bonito tu comentario. Me ha gustado mucho esa frase que has puesto y que es muy cierta:
"Un paisaje vivido se llena de recuerdos. Desaparecido el paisaje, los recuerdos se van difuminando y con ellos una parte muy íntima de uno mismo".
Cuando regresamos a un lugar que hace tiempo que no visitamos y nos lo encontramos completamente cambiado es como si algo se muere dentro de nosotros.
Tengo un primo de Irún, Jose Ignacio, que de chaval pasó un verano en Nájera. Disfrutó tanto que a sus hijos les hablaba del puente de tabla, la plaza, el castillo, las chuches de la "Leo", los baños en el Najerilla,...
Hace unos años, viniendo de Galicia, decidió entrar en Nájera para que sus hijos vieran aquellos lugares de los que les hablaba tantas veces y que estaban llenos de tan buenos recuerdos.
Llegando a Nájera se topó con un cartel de carretera que le dejó desconcertado. Se podía leer "Nájera Oeste".
Así descubrió que su pueblo de chaval había dejado de existir.
Un abrazo Villegas.
Javi.
Hola Eusebio.
ResponderEliminarEl río Najerilla es fiero y bravo como dices. Y en su camino siempre buscará la libertad de sus aguas.
Pero el río también busca en la orilla un remanso dónde poder descansar sus aguas y es ahí donde el sol juega con su luz en medio de las sombras.
Te recuerdo que tenemos un cava pendiente.
Un abrazo muy fuerte amigo "Use".
Javi.