Si desde el patio exterior el claustro de los Caballeros es bonito, desde el interior lo es aun mas.
Paseando por él se puede admirar la belleza de las filigranas que acompañan a los arcos.
La luz que viene de fuera proyecta sus sombras con distinta intensidad en el suelo, paredes y bóveda cambiando a lo largo del día.
Las tumbas de los caballeros se reparten en las paredes a lo largo de todo su recorrido.
En una esquina se encuentra la tumba de doña Mencía López de Haro a la que se accede bajo un arco de dos columnas.
De pequeño recuerdo que me solía parar en una huesera que había en un lateral y en la que, entre las rejillas, se podían ver los huesos.
Cuando se cierra la puerta de acceso al claustro, en el silencio de la noche, seguro que vuelven a pasear por él los reyes, reinas, nobles y caballeros que allí reposan recordando los tiempos en que Nájera fue corte de Reyes.
Venta de entradas a partir del sábado 18
Hace 9 años