El petirojo es un pájaro sociable, atrevido y curioso que acostumbra a salir del bosque y plantarse a mitad de un camino para ver quién llega a su territorio, emitiendo su característica voz de alerta que es un chip-chip metálico y seco. Su canto es un gorjeo musical, muy melódico, parecido al del ruiseñor.
Está relativamente acostumbrado a la presencia de seres humanos y suele acercarse cuando alguien está removiendo la tierra, con la esperanza de atrapar lombrices y otras presas que puedan aparecer.
El petirrojo ocupa un lugar destacado en el folclore británico y del noroeste de Francia. En la mitología nórdica se lo consideraba un pájaro de tormenta, sagrado para Thor, el dios del trueno.
Una antigua leyenda británica busca explicar el color distintivo de su pecho y cuenta que cuando Jesús estaba muriendo en la cruz, el petirrojo, entonces solo de color marrón, se puso a su lado y cantó en su oído para consolarlo en su dolor. La sangre de sus heridas manchó el pecho del petirrojo, y desde entonces todos los petirrojos tienen la marca de la sangre de Cristo.
Otra leyenda dice que su pecho se quemó al buscar agua para las almas del purgatorio.
Sin embargo, la asociación con la Navidad se debe probablemente al hecho de que los carteros británicos durante la época victoriana vestían uniformes rojos y fueron apodados "Robin" ("petirrojo"). Esto sugiere que su apariencia en tarjetas navideñas es más bien un emblema del cartero que entrega la tarjeta (Información Wikipedia).
Por este año el petirojo ya ha terminado con su trabajo de cartero navideño.
Hasta el año que viene.
Está relativamente acostumbrado a la presencia de seres humanos y suele acercarse cuando alguien está removiendo la tierra, con la esperanza de atrapar lombrices y otras presas que puedan aparecer.
El petirrojo ocupa un lugar destacado en el folclore británico y del noroeste de Francia. En la mitología nórdica se lo consideraba un pájaro de tormenta, sagrado para Thor, el dios del trueno.
Una antigua leyenda británica busca explicar el color distintivo de su pecho y cuenta que cuando Jesús estaba muriendo en la cruz, el petirrojo, entonces solo de color marrón, se puso a su lado y cantó en su oído para consolarlo en su dolor. La sangre de sus heridas manchó el pecho del petirrojo, y desde entonces todos los petirrojos tienen la marca de la sangre de Cristo.
Otra leyenda dice que su pecho se quemó al buscar agua para las almas del purgatorio.
Sin embargo, la asociación con la Navidad se debe probablemente al hecho de que los carteros británicos durante la época victoriana vestían uniformes rojos y fueron apodados "Robin" ("petirrojo"). Esto sugiere que su apariencia en tarjetas navideñas es más bien un emblema del cartero que entrega la tarjeta (Información Wikipedia).
Por este año el petirojo ya ha terminado con su trabajo de cartero navideño.
Hasta el año que viene.
Devotos de san Antón,
ResponderEliminarvida y esperanza nuestra,
mataréis vuestro lechón
y lo que sigue es etcétera.
La risa es un bien que llaman
de riqueza inmaterial
y es barata, menos mal
que por reirse no hay tasa.
Así, queridos paisanos,
celebrad este sermón
sin tener obligación
de pagar por estas guasas.
Sé que parece mentira
después de tantos recortes
que venga un bufón y diga
esto es gratis y sin portes.
Los musulmanes caminan
pensando siempre en la Meca,
de la Ceca a la Piscina
transita la edad tercera.
Con chandal y bandolera,
gente que no probó el agua
ya raje el sol, nieve o llueva
se baña frente a Managua.
Dicen que pronto vendrá
la ministra de Trabajo
a descifrar un misterio
mayor que la Trinidad:
cuanta más gente hay en paro
la alcaldesa cobra más
pero sólo se dedica
al arte de adelgazar.
El pueblo va de paseo
al polígono industrial,
aquí nunca pasa nada,
esto es jauja sin currar.
Así que Báñez ha dicho
que a Nájera quiere ir
y con la clave acudir
al Consejo de Ministros.
Aquí pasa todo cristo
su tiempo de puente a puente,
el paro y los malo rollos
se los lleva la corriente.
No nos hacen falta ajustes
ni reforma laboral,
el barrio de Gamonal
aquí sería un pesebre.
En este pueblo hay más blogs
que en toda la Rioja entera:
Javimán, Eusebio Hervías,
los Rábanos, Jaime Albelda,
Fotoscuaco, Bambalina,
Ambigú, Merce Viniegra...
todo pichipata tiene
en internet una cátedra.
El Titi, Maisi, Gevara,
Corruscos y Benerito,
Minuto Eloy, Valderrama,
Acapulco y Chamarito,
cómo añoro aquellos tiempos
tan cordiales y benditos
en que alternaban por todos
los bares y chiringuitos.
Como no quiero robar
al pregón protagonismo
sírvanse de este si quieren
darle un poco de lirismo.
ANTON PIRULERO