El domingo pasado hizo un expléndido día de sol con una agradable temperatura.
Muchas personas aprovechamos para disfrutar del monte y de la naturaleza.
Pero no fuimos nosotros los únicos.
En el camino de Azofra, ya de regreso a Nájera, nos encontramos con un paseante especial.
Por delante nuestro cruzó de lado a lado una serpiente con su característico zig-zag.
Mediría algo mas de un metro.
Al final desapareció entre las hierbas y siguío su propio camino.
Y nosotros seguimos el nuestro hacía de Nájera.
Muchas personas aprovechamos para disfrutar del monte y de la naturaleza.
Pero no fuimos nosotros los únicos.
En el camino de Azofra, ya de regreso a Nájera, nos encontramos con un paseante especial.
Por delante nuestro cruzó de lado a lado una serpiente con su característico zig-zag.
Mediría algo mas de un metro.
Al final desapareció entre las hierbas y siguío su propio camino.
Y nosotros seguimos el nuestro hacía de Nájera.
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