La tarde se fue nublando pese a lo cual nos apuntamos muchos a esta excursión.
Con la mochila al hombro salimos de la plaza.
Antes de subir a lo alto del monte escuchamos unas explicaciones de la historia de Nájera y del Alcázar de Nájera.
Después subimos hasta los depósitos y de ahí emprendimos la subida por la pequeña senda que pasa entre los pinos hasta lo alto.
Tanta gente había que en algunos momentos parecían las recientemente pasadas vueltas de San Juan y San Pedro.
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