Cuanto miedo nos metían nuestros padres de pequeños con las orugas. Su simple contacto parecía peor que la mordedura de una serpiente venenosa.
Pero a nosotros, niños, que se le va a hacer, nos encantaba jugar con ellas. Y verlas desfilar en "procesión". Y tocarlas con un palo para ver que hacían.
Entonces no había ordenadores y estos eran "nuestros juguetes".
Staff
Hace 9 años
Y que bien que nos lo pasábamos. Saludos.
ResponderEliminarHola Paca.
ResponderEliminarYa veo que también has vivido esa época. Eran otros tiempos pero los vivíamos al aire libre y nos conformábamos con poco.
Con Mari Carmen Guinea he compartido unas cuantas "aventuras" de pequeño.
Un beso.
Javi