Me resisto al final del otoño aunque el tiempo invernal ya se ha introducido entre nosotros.Que mejor final para esta estación que pronto nos dejará que la imágen del Paseo de San Julián con su alfombra de hojas caídas.
Se acabó el pasear con la compañía del ruido de las hojas al pisarlas y que dejarán paso al barro y a la nieve.
Aprovechando un bonito comentario anónimo de hoy (gracias de verdad), mi cariño a todos aquellos que lejos de Nájera la llevan en el corazón. Sabed que este modesto blog de un enamorado de este pueblo es también vuestro blog.
¿Nadie tiene un recuerdo o historia que haya tenido como protagonista el paseo?. Da la sensación de que la gran mayoría no tiene buenos recuerdo del mismo en ninguna de las cuatro estaciones. Pero estoy seguro de que muchos habitantes de Nájera, podrían contar mucho sobre el. Yo en mi corazón llevo el mío.
ResponderEliminarBenjamin
Preciosas las fotografías Javier, ya se que parece que siempre digo lo mismo, pero con ese sol que se filtra están "de cine", parece el mismo día en que rodamos con los chavales , que aunque era noviembre el sol y el calor parecían de finales de verano, y la parte del río estaba preciosa, como diría Miguel Ríos "aquel agua tan fría" que no nos metímos de casualidad, menos mal que paramos a algún chaval...
ResponderEliminarLa verdad que tenemos un tesoro a pocos metros de cualquier casa, el paseo es igual en primavera, verano, otoño y ahora en invierno tampoco hay que dejarlo pasar, salir a pasear, os lo aconsejo.
Por cierto Javier ¿que tal el puente pajarón?, creo que ha faltado un poco de vermouth casero ja,ja,ja.
1001 besos.
Hola Benjamín
ResponderEliminarPues yo si tengo muy buenos recuerdos del Paseo de San Julián.
Estoy de acuerdo contigo en que el Paseo tiene que tener muchas historias que contar y que nadie lo hace. Habrá que preguntarle a él.
Seguro que todos hemos paseado (y seguimos paseando) muchas veces por él.
Me acuerdo de pequeño de las noches de luna llena que con su luz pálida cruzando entre los chopos que hay a ambos lados del camino nos hacía imaginar a hombres lobo, vampiros y todo tipo de seres espectrales.
Miedo daba cruzarse con alguien y no digamos adentrarse por las choperas hasta los espigones de piedras y malla que había cerca del río. Eso era sólo para los valientes.
Ánimo y a contar historias del Paseo de San Julián.
Yo volveré a hablar en breve del molino de San Julián.
Un abrazo Benjamin.
Javi
Hola Raquel
ResponderEliminarPor mi puedes seguir diciendo que las fotografías son preciosas, ja, ja, ja. No te cortes.
El Paseo es el Paseo y tiene muchas cosas buenas. Por él pasean niños, adolescentes, jóvenes, maduritos y hasta nuestros "abuelos" mas veteranos compartiendo juntos un mismo espacio. Aquí si que la edad no tiene fronteras.
Lo del vermouth es otra cosa. Creo que esto nos pasó por no decirle a Miguel, nuestro "Santero", que les quitase el mal de ojo a las botellas. Que ganas de probarlo...
Un besazo y nos vemos mañana en el ensayo.
Javi
Hola Raquel
ResponderEliminar¡Se me olvidaba! Por fin ya terminé el DVD del concierto que Ático 32 dio en la plaza el día de las fiestas de Nájera.
Mañana les llevo las copias.
Besos.
Javi
Javi:
ResponderEliminarPor tu apellido, ¿tienes algo que ver con el Dr.Manzanares? ¿El que está en la fotografía del partido de futbol amistoso?
Un abrazo
Pues a ver si te animas y terminas la película, que tienes a medio Nájera esperándola con ansia ja,ja,ja.
ResponderEliminar1001 besos nos vemos.
Hola Benjamín
ResponderEliminarEl Dr. Manzanares, el que fuera presidente del Náxara cuando se construyó el campo de "La Salera", era hermano de mi padre y por tanto mi tío. El tío Pepe.
El Dr. Manzanares que está ahora en el centro de salud es su hijo y, por tanto, mi primo.
Asi que ya ves que si, que somos familia.
Saludos.
Javi
Hola Raquel
ResponderEliminarEsto yo no creo que sea cosa del aura gemela pero esperaba "ese comentario", ja, ja, ja.
La acabaré cuando la espere también el otro medio Nájera. ¡Taquillazo! Ja, es broma.
Besazo.
Javi
El Paseo es un muy privilegiado sitio de convivencia y también de sana soledad cuando uno no quiere más que confundirse con la magnífica Naturaleza que le rodea.Es un placer para todos los sentidos y un lugar magnífico para quererse sin decirse nada cuando se llevan muchos años convividos.
ResponderEliminarEl tesoro más grande de Nájera está entre la plaza de San Francisco y el molino de San Julián y nadie debiera despilfarrarlo. Debe seguir siendo únicamente tierra, cielo y chopos.
El Paseo sabe de historias que no se pueden contar porque pertenecen a lo íntimo, a lo que es más de nosotros mismos.
Gracias otra vez por estas fotos y por lo que aquí,tan lejos,despiertan.
Hola Anónimo
ResponderEliminarCreo que tienes mucha razón con tu comentario sobre el Paseo de San Julián. Suelo pasear cuando puedo por él hasta la compuerta que hay al final y es un placer hacerlo.
A mi me gusta sobre todo el tramo entre el merendero de "Fuente Dulce" y el "Molino de San Julian".
Tienes también toda la razón cuando dices que debe seguir siendo únicamente tierra, cielo y chopos. Cuantos pueblos y ciudades querrían tener un sitio así en lugar de calles de asfalto y casas.
Me alegro que te recuerden las fotos a este pueblo que ya veo que ambos queremos (yo también se lo que es estar lejos) y confío seguir contando con tus comentarios.
Saludos
Javi
Anonimo/a:
ResponderEliminarAunque los fotografías cambian según la estación, cada uno tiene grabada la suya propia, aunque sea en blanco y negro. Estoy totalmente de acuerdo de que debería mantenerse así, especialmente en tierra, las pisadas son distintas para cada uno, sin olvidarnos por supuesto de los bancos. ¡Ha los bancos!.
Por motivos que no vienen al caso, he tenido la oportunidad de pasear muy entrada la noche, en agosto o en primavera,bajo los grandes álamos cercanos al aparcamiento. Me gusta mucho la pintura japonesa y también los paisajistas chinos. La luz de las farolas iluminando las hojas de estos hermosos árboles los vestía del mejor impresionismo oriental.
ResponderEliminarDe la brisa de las choperas trayendo el rumor del agua del río, en medio de los hermosos violetas del atardecer septembrino, contra los violentos sienas del farallón de Pasomalo ...¿qué puedo decir?...
Ese Paseo es un regalo de los dioses.
Hola Benjamín
ResponderEliminarLas fotografías cambian en cada estación porque reflejan los cambios reales que tiene el paseo. Y estos si que se sienten de verdad.
Algún día pondré fotos del paseo en blanco y negro que las tengo de cuando era pequeño (ya tengo unos añitos).
Me quedo con las pisadas sobre las hojas caídas del otoño. Desde pequeño siempre me han sonado igual.
Un abrazo.
Javi