El claustro de Santa María la Real de Nájera no deja de sorprendernos.La luz, juguetona, se cuela entre sus arcos.
Sea la hora que sea, siempre impresiona.
Y allí dónde pasa la luz se crea la sombra, reflejo oscuro de la realidad que nos rodea.
El claustro se convierte así en una magica imágen de si mismo.
Van tres entradas muy sugerentes, pero yo echo de menos los comentarios.
ResponderEliminarLa cultura sirve para sentir placer y el placer es más placer si se comparte.
La foto del humo le da la razón a los pintores impresionistas al descomponer las hojas del árbol en finas y pequeñas pinceladas de color que casi se reducen a puro puntillismo, a casi imperceptible veladura.
El juego de la luz en el Claustro es violento y bellísimo claroscuro, casi danza de coros de luz y de sombras enfrentados.
El Paseo es para pasear y los tránsitos del Claustro, para lo mismo. Pasear perdidos, sin otra preocupación que ver y sentir el tacto, el roce de la luz. Pero el Paseo y el Claustro están casi siempre sin nadie.
El Museo es un maravilloso viaje a la búsqueda del tiempo perdido, al reencuentro con la vida vieja como el mundo a través de los humildes objetos de la vida ordinaria.
La Historia se ha hecho viviendo, gozando y sufriendo día a día por mujeres y varones anónimos que se han dedicado a vivir y a transmitir la vida. Pero el museo está también demasiado sólo.
No estamos bien en una sociedad callada, sumisa, que no se expresa y a la que le da pereza transmitir vida, tener niños.
Necesitamos desperezarnos, despertar, sentirnos vivos expresándonos y necesitamos niños a los que enseñar a disfrutar de lo que hemos heredado y de lo que hemos hecho para que ellos recojan el testigo.
Si no, vendrá la pobreza, la ruina y la muerte. Ahí está el convento de san Francisco o la Puerta de a Ninguna Parte como aviso.
Primero Pablo, un beso grande, creo que las fotos las hiciste a primera hora de la mañana,madrugando e intentando captar "el alma de las piedras" en la primera sobre todo, se ven las tumbas que parecen salir de la pared, desde luego el claustro ha sido fotografiado hasta la saciedad, yo tengo unas fotos, las de mi boda, que al casarme por la tarde se hizo de noche y Pepe el fotógrafo colocó unos focos y el resultado es sorprendente, las sombras de la noche con aquella luz cegadora... también estamos en la cueva de la Virgen, y entre las tumbas, son una pasada (no porque salga yo) sino por originales. Ya os las enseñaré ja,ja,ja.
ResponderEliminarVillegas a la gente le cuesta bastante escribir, no se porqué, igual no saben como expresarse o piensan que van a meter la pata, a mi me encanta, aunque diga bastantes "chorradas" pero no me importa, y sentarme a conversar con los amigos de todo y de nada ¡ni te cuento! es que no puedo estar callada, que le vamos a hacer, animo a todo el mundo a escribir, lo que piensan, lo que no les gusta o apenas un saludo, todo es empezar.
En fin os dejo descansar, Villegas un abrazo, ¡¡Ah, lo de que tengamos hijos yo ya tengo dos,he cumplido, díselo a Javier que no se ha estrenado en esa faceta ja,ja,ja.!!
Mil y cientos besos
¿Y tu qué sabes?
ResponderEliminarHola anónimo, sólo conozco un poco a Javier pero estoy segura que si tiene algún descendiente por ahí, lo sabríamos, no creo que lo tuviera desatendido o en la sombra, tiene demasiado corazón, otra cosa es que no lo sepa...
ResponderEliminarBesos.
Javi:
ResponderEliminarAnoche el canal 24H de TVE dió un reportaje sobre el champagne Krug. Entre los comentarios surgió una frase atribuida a Napoleón:
"El champage es necesario en las victorias. En las derrotas, es imprescindible."
Deduzco que eres mas de 'cava', no obstante tambien puede servir para éste.
Saludos.
Hola Benjamín.
ResponderEliminarLa frase es buena pero yo creo que el champagne es bueno en las victorias, en las derrotas y en el entremedio.
Lo mismo sucede con el cava.
Un abrazo.
Javi.
Que si Javi,que si que todo lo del cava esta muy pero yo aun no lo he catado,asi que me la debes,te lo digo cón mucho cariño,pero que me la debes.
ResponderEliminarBACARDI