El Paseo de San Julián se queda desnudo al final del otoño
con las hojas de los árboles caídas a sus pies.
Esas mismas hojas son las que con el paso del invierno se
descompondrán y se mezclarán con la tierra para ir preparando a la naturaleza
tras el invierno a esa explosión de color que es la primavera.
Estamos dejando atrás la que para mi es la estación mas
bonita del año en lo que a la naturaleza se refiere con esos incomparables
tonos amarillentos.
Ahora hay que prepararse para el invierno.
Las chimeneas se llenarán de humo.
Las calles olerán a madera quemada.
Los abrigos y las bufandas nos acompañarán.
El frío, la lluvia y la nieve serán nuestro paisaje.
Así es el invierno.
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