Cuando me asomé de nuevo a la ventana, una hora después, el paisaje había cambiado por completo su color y ahora si que, mirase hacia donde mirase, todo estaba blanco.
La primera gran nevada había llegado a Nájera.
Aun era temprano pero todo hacía presagiar que ese silencio de la mañana no duraría mucho y que esa nieve lisa pronto se llenaría de pequeños y mayores disfrutando de ella.
Pronto aparecerían las primeras bolas de nieve volando.
Pronto aparecerían los primeros muñecos de nieve.
Pronto aparecerían los primeros trineos.
La fiesta blanca estaba a punto de comenzar.
Pues hoy todo parece indicar que se quedará blanco porque ha empezado a nevar y no para, me gusta la nieve, además hace años que no caía así de bien.
ResponderEliminarPara este fin de semana que toca grabar con los chavales en la nieve, nos va a venir fenomenal, quién sabe, igual no hace falta ni coger el coche...
Quién sabe, igual no puedes ni venir ja,ja,ja.
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