Este año hubo unos 70 participantes en el concurso.
Freir los tropiezos que deben ser de la tierra, echar el arroz, después el agua, hervir y, al final, reposar, son el ritual para hacer una buena paella.
Ganas e ilusión le echaron todos los participantes.
Sólo una fue la paella ganadora.
La peña Malpica se llevó el primer premio del concurso.
Pero el esfuerzo mereció la pena.
¡Buen provecho a todos!
Después de dos meses de pinos y arquitectura medieval vuelvo al mundo urbano de medios de comunicación y actualidad candente.
ResponderEliminarEl mundo no para, pero no deja de ser idéntico a sí mismo.
Alemania sigue siendo Alemania. Perdió dos guerras mundiales intentando ser dueña de Europa, le ayudamos a ganar la tercera y ahora ella solita está ganando la cuarta. Pero nuestro problema no es la Merkel, una mujer pragmática, física de profesión, que casi acaba de igualar las mayorías del viejo Adenauer.
Nuestro problema es el eterno “cachondeito español”. Insolidaridad, bravuconería, señoritismo y vagancia. ¿Cómo vamos a crear riqueza si todos queremos vivir del Presupuesto General del Estado que viene a ser la “sopa boba” laica del s. XXI?
Y ello, cuando Holanda, la socialdemocracia perfecta, el estado del bienestar más desarrollado del mundo, anuncia que se acabó lo que se daba porque ya no hay dinero suficiente para costear el monstruoso chollo. Los ciudadanos holandeses en adelante tendrán que arreglárselas solitos, como adultos que son.
Al Obama se le ha acabado el jugar a las guerritas “limpias” de 3 ó 4 días, a base de tecnología punta y sin la fastidiosa y anacrónica infantería que puede ser muy desagradablemente mutilada y hasta muerta por el enemigo.
Y el papa argentino, el padre Pancho, la ha armado gorda recordando que cada cual es dueño y señor de su conciencia, que Dios funciona a su manera y que la Iglesia no puede seguir siendo una sociedad perfecta marginando de sus órganos directivos al 50% de sus afiliados, a sus más entusiastas socios, que no son otros que las mujeres.
Por poco se le escapa la verdad radical, la verdaderamente revolucionaria: Dios en realidad ha sido entendido e imaginado siempre como una mujer. “María— ha dicho— es mucho más importante que los obispos”. El obispo es la suprema autoridad católica. El papa es el obispo de Roma.
Dos meses después seguimos en lo mismo. En Nájera, concurso de paellas y novilladas más que subvencionadas, al lado de un Najerilla tratado igual que si de una acequia hormigonada se tratase.
Hola Villegas.
EliminarPues ya me contarás si no es indiscreción por dónde has estado y que has hecho ya que suena muy bien esa vida entre pinos y el mundo medieval.
Debe de ser dura la vuelta a este mundo "urbanita" como dices que tan mal está montado y que has resumido en tu comentario. Pero al final es lo que hay. No tiene mucha solución.
A mi me gusta el día campestre de las paellas y el ambiente que hay alrededor de un producto tan simple (y tan rico) como el arroz.
A las corridas de toros y a las novilladas no soy aficionado. Me motivan otras actividades.
En cuanto a la limpieza del río Najerilla no tiene nombre. Que bien haríamos dejando hacer a la naturaleza lo que sabe hacer tan bien y no queriendo imponerle a la brava nuestras normas "urbanitas" que tanto daño hacen.
Pues nada, ya llegó el otoño, bonita estación, y con él la normalidad tras este loco verano.
Un fuerte abrazo amigo Villegas.
Javi
Hola tío pegado las fotos son muy chulas de las paellas con Marivi hemos hablado francés y en mate hemos estado dando la suma resta y división unos .Besazos
ResponderEliminarJaví:
ResponderEliminarAyer, domingo 22, me acordé mucho de ti.
Unos amigos, por la tarde, me llevaron a un pueblecito de Guadalajara que se llama Baides. Tiene estación en la vía de ferrocarril que lleva a Soria y Zaragoza desde Madrid.
Baides fue un pueblo de intensa actividad ferroviaria en los tiempos de las locomotoras de vapor.
Tiene un paseo precioso de chopos centenarios entre la Estación y el pueblo. En ese paseo, unos nietos de ferroviarios, y uno de ellos ferroviario hoy, que además pertenecen al Ayuntamiento desde hace ni se sabe los años, echándole ganas e ilusión a raudales, han creado al aire libre un Museo del Ferrocarril rescatando, restaurando y exponiendo debidamente diversos elementos básicos en la que fue, en la era del vapor, la tarea diaria de gobierno, conservación y restauración de las Estaciones de Ferrocarril, y de las Vías Férreas.
En el mismísimo cielo pasé la tarde con ellos oyéndoles recordar con cariño de generaciones el viejo Ferrocarril, el que se esfumó al mismo tiempo que el buen cine, que el teatro de verdad y otras muchas cosas que hoy sólo podemos añorar.
Me recordaron mis 20 y pico años, cuando yo ayudaba a los najerillenses a recobrar las Cuevas y a ir poniendo las bases de lo que luego sería el Museo. Como nosotros entonces, lo tienen todo, menos una atención oficial que sea algo más que "política".
¡Aún quedan verdaderos amantes de aquel gran instrumento de progreso y modernidad que fue la locomotora de vapor!
¡Qué Dios los bendiga y se lo pague, porque la cultura de verdad - la memoria de lo que nos fue sacando de las cavernas- sólo nos interesa ya a cuatro viejos locos!