Disfrutamos de lo lindo montados en el tren y conduciendo a "La Rojilla".
Esta máquina se la compré a un artesano catalán, Marcel Fernández, hace unos años y permanece en el parque para disfrute de todos.
Es una réplica de la locomotora Tm 2/2 4972 del ferrocarril Furka-Oberalp.
Tiene un peso en vacío de 38 Kg y en servicio de 52 Kg.
Con una disposición de ejes "B" puede arrastrar hasta 500 Kg.
Tiene una velocidad punta de 10 Km/hora.
Para mi fue un reencuentro con el parque al que hacía tiampo que no acudía y con "La Rojilla" .
Disfruté conduciéndola tanto como lo que disfrutó Ángel en su primera experiencia de maquinista ferroviario.
No quiero dejar de recordar con todo mi aprecio a Fernando, impulsor de este proyecto y con quién compartí tantas horas en el parque llenas de ilusión y que un día nos dejó sin poder verlo terminado.
De verdad que merece la pena darse una vuelta por el parque.
La diversión está asegurada.
Nada que objetar al buen día pasado en Gimileo, al contrario, debo confesar mi sana envidia.
ResponderEliminarSólo que me parece que hay que meterles en la cabeza a los chavales y a los que no son tan chavales que el tren es algo muy importante y que al ferrocarril hay que estarle eternamente agradecidos.
Hay dos tipos de revoluciones: 1) las que dicen hacer los políticos. No son tales. son matanzas masivas (guillotina, paseos, sacas, chekas, campos de exterminio alemanes o comunistas...);
2) las que hace la técnica (El Neolítico, La Revolución Industrial, La Microelectrónica y La Informática) Estas son las verdaderas.
El tren y su hermano gemelo, el barco de vapor, revolucionaron de verdad el mundo. Terminaron de rematar su faena el automóvil y el avión.
El viejo mundo se acabó cuando la locomotora aseguró la masiva, libre, segura, rápida y barata circulación de personas, mercancías e ideas por naciones y continentes, venciendo ríos y cordilleras.
Articuló naciones (USA:Union Pacific y Central Pacific. Rusia: el Transiveriano), Continentes (el Orient Express)...
Los carcas lo odiaron a muerte: en el Norte los intelectuales juraban que el humo de la locomotora agriaba la leche de las vacas que pastaban junto a la vía. En todas partes aseguraban que el tren extendía las malas ideas...
El tren fue una fuente importantísima de progreso y desarrollo (La Ribera del Ebro en La Rioja...).
Hoy casi nos parece una antigualla. Somos modernos con complejo de Adán: antes de nosotros, nada; después de nosotros, el diluvio.
"Transiberiano" debería decir. Perdón.·
ResponderEliminar¡chuuuu chuuuuuu! Pasajeros al tren.
ResponderEliminarOs invito a venir a Gimileo el pueblo de los trenes donde un único día podréis estar con Ángel Villoslada el maquinista especial “solo lleva la Rojilla" .
Así que lla sabéis si os gustan los trenes y os gusta pasaroslo bien lla teneis los dados hechados a Gimileoooooooooooo
Muchos besos Javi por dejarme llevar la rojilla.
Pues la verdad que lo pasamos genial, te vuelves un poco niño (aún más) lo que me sorprendió es la velocidad vertiginosa que alcanza ja,ja,ja.
ResponderEliminarMe monté después en otro tren y descarriló, pero es que iba más rápido que Javier, al menos a 5 por hora y claro...
Un 10 al jefe de estación que se vistió como en el siglo pasado (y un 0 a mi hijo por las faltas de ortografía, ¿es que no le suena mal " lla"? , además es de los que lee algo..).y muy entretenido esperarles dentro del túnel para darles con ramas en la cabeza (esto último ni se os ocurra, que no es el " tren de la bruja") pero si que es una experiencia diferente para pasar la mañana del sábado o domingo en familia.
Gracias Javier, llevábamos años para ir y al fin se cumplió.
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