A veces las obras del hombre son difíciles de entender.Este camino que viene de La Manzanera se interrumpe bruscamente al llegar a la orilla del río Najerilla.
Está a la altura de la chopera del Tordo.
Quizás sea una forma de probar las aguas del río Najerilla.
Quizás falta el puente que nadie se decidió a construir.
Lo cierto es que para el caminante, nunca mejor dicho, no hay camino.
Tendrá que hacer el camino al andar.
Es unos de mis lugare preferidos. Lo crucé de niña muchos domingos con mi padre, mi madre, mis tíos, mis primos y mis hermanos, y hasta el butanero yo creo que venia, el destino era un domingo a la orilla del río en familia, los Morras y los Hernandez todos mezclados (y el butanero) y son días, momentos inolvidables y que no os puedo contar, porque no se puede decir con palabras lo bien que nos lo pasabamos y las aventuras que vivimos.
ResponderEliminarSolo sé que nunca lo olvidaré y que por favor no pongan un puente. El agua llega al tobillo y se puede cruzar. Nosotro lo hacíamos. ¡Había qué vernos! Las neveras, la paellera, las parrillas, las sillas... ¡TODO! ¡Si teníamos que parecer caracoles con la casa a cuestas!
Eran días en los que se podian coger cangrejos (bueno, puede que fuera ilegal, pero habia y los cojiamos y hacia mi padre con ellos unas paellas estupendas, de chuparte los dedos)Y cucharetas para entretenernos los mas pequeños y unas florecitas pequeñas que sabian dulces y eran estupendas y otras con forma de abeja que parecian pequeñas orquideas y aunque suene mal, latas con las que nos haciamos zapatos de tacón.
¡Un mundo!
¡Lo que daría yo ahora por volver a cruzar ese trocito de najerilla! De aquella manera... claro.
Gracias a Dios, a mis padres y a todos los que hicieron posible que no me olvide nunca de mi infancia, lo mas bonito, despues de Enma mi sobrinisima, que me ha pasado en la vida.
Y gracias a ti javi por dejarme contar mis tonterias.
Un besico a todos.
María José Morras.
Hola María José.
ResponderEliminarA mi me ha gustado mucho tu comentario. Me ha traído recuerdos parecidos de cuando era pequeño.
El Paso Malo termina en ese lugar que se denomina la chopera del Tordo.
Yo también he pasado muchos y buenos ratos en ese lugar a la orilla del querido río Najerilla.
Llevábamos la merienda y allí nos contábamos nuestras historias.
Eran tiempos sin máquinas de juegos, sin ordenadores, sin botellón. Disfrutábamos de otra forma de divertirnos.
Y un recuerdo que tengo de pequeño y que a lo mejor era ya el principio de una maravillosa aventura.
En las tardes de veranos íbamos a veces al cine y nos tragábamos las sesiones dobles (ya se sabe, película mala española y luego la película buena americana). Comprábamos las pipas y chuches en la caseta de la "Leo" (que recuerdos) antes de entrar.
A la salida comprábamos una cebolleta enorme que íbamos degustando y pelando con la lengua mientras subíamos al monte (generalmente las eras).
Allí repartíamos papeles y jugábamos al teatro representando la película que habíamos visto.
Palos, piedras, cartones y poco mas eran el atrezzo. Y la naturaleza el escenario. Pero que bien lo pasábamos.
Ya ves. Eso que llevamos por delante.
Gracias María José por escribir y contarnos recuerdos que nos son en muchos casos comunes. Los comentarios así nunca son tonterías sino algo entrañable de leer.
Por cierto, aunque ya se que no sería como en los viejos tiempos, cuando quieras quedamos un día para merendar en la chopera y cruzamos el Najerilla por ese lugar. Andar descalzo por el río tiene su encanto y ahora que se acerca el verano mas.
Un beso.
Javi.
...Y a veces sucede el milagro.
ResponderEliminarLa historia personal,la historia íntima porque pertenece al verdadero fondo del alma de alguien, en un momento mágico irrepetible se traduce en una muelada de palabras y nos deja el buen sabor de lo verdadero, de lo mejor de lo humano.
¡Qué pocas veces tiene uno la suerte de asistir a ese maravilloso espectáculo!
Eso es la verdadera Historia y la mejor Literatura.
...
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!
....
Aqui "la Voz" despertadora fue una sugerente fotografía.
Gracias a los dos por escribir tan bonito y tan verdadero.
¡Cómo me gustaría saber escribir!
ResponderEliminarMe quedaría un libro que parecería una copia del que ecribió Eusebio Hervias, porque hemos vivido cosas muy parecidas, pero me encantaría.
Javi, este verano quedamos con la "muchachada" y nos vamos un sabado a merendar. Seguro que a ellos les encanta y aunque se rían de nuestras historias se lo pasaran en grande.
Un abrazo a los dos.
María José.
Es cierto el poder que tiene una fotografía sobre la memoria y los sentimientos, ¡que suerte tenemos de tener un río!, aunque de tanto verlo nos parezca lo más natural, es curioso pero yo esa parte del río no la he disfrutado tanto, parece que el puente de piedra dividiera a la chiquillería najerina, yo estaba siempre en la parte de abajo (Fabians, residencia de ancianos) y la frondosa chopera era nuestra segunda casa (¿o primera?.) que a su vez juntábamos con el "camino de las huertas", a la pirámide, no sé el porqué soliamos ir menos.
ResponderEliminarMarijo, es una lotería tener entre tus recuerdos aquellos domingos, creo que conserves hasta sus aromas... pero bueno, no todos los niños han tenido la suerte de disfrutar de festivos en el campo y con sus familiares.
La verdad que Use, sabe darle color,sabor y piel, a las vocales y consonantes que plasma en un sencillo papel,un beso Use.
Como ha cambiado todo... el río, inamovible espera como siempre a los niños, pero estos están viviendo otras aventuras en una pantallla de 15x10 centímetros, es lo que toca.
Besazos mil, a Villegas un abrazo también, Javier... 1055.
Maria José:
ResponderEliminarCon todo respeto y afecto:
Te digo a tí lo mismo que le dije a BACARDI cuando lo conocí en este blog del Javí:
"¡Escribe!", "¡Atrévete a escribir!".
Atrévete a traducir tus sentimientos a palabras que los expresen.
Desgraciadamente en la escuela nos atragantan con montones de conocimientos, pero no nos enseñan a expresar "nuestra propia experiencia" de las cosas.
No nos enseñan a hablar, a escribir, a dibujar, a pintar, a hacer teatro, a cantar, a hacer música.....
Y saber es saborear, saborear es expresar.
Por eso yo os admiro a los de la farándula. Vosotros a vuestra muchachada les enseñáis a expresar los sentimientos del personaje que representan y de paso van aprendiendo a dar voz al "personaje" de sí mismos.
¡Escribid! ¡Escribid!
A escribir se aprende escribiendo.
Yo también quiero y admiro a Use.
Pues seamos Use a nuestra manera y sin miedo.
VILLEGAS,me encanta escribir,incluso escribo a escondidas,pero aunque parezca mentira,en estos tiempos,me da miedo expresarme publicamente.Ya sabes que tengo un regalo para ti.Si no vas a venir dile a JAVI como te lo puedo mandar.Un abrazo.
ResponderEliminarBACARDI
Un poco de paciencia BACARDI que todo se andará.
ResponderEliminarUn abrazo de los tuyos.
BACARDI:
ResponderEliminarNunca ha habido en ninguna parte tolerancia para la total libertad. Vivir es convivir y convivir es pactar un recorte mutuo de libertades entre los demás y yo.
La solución fueron los "diarios", pero ningún diario se publicó nunca sin censura previa, ni siquiera los de personas de santidad públicamente reconocida.
Siempre hubo alguien que consideró conveniente mutilarlos.
Pero queda mucho margen y con internet más.
El problema es la pereza y el tiempo perdido en cosas más fáciles y que no nos obligan a enfrentarnos con nosotros mismos.
Hola Maria José.
ResponderEliminarEsa merienda la haremos seguro con la "muchachada".
Un día soleado y de calor del próximo verano quedamos con la "muchachada" y nos vamos un sábado a merendar.
Atravesamos Paso malo hasta la chopera del Tordo, merendamos allí a la orillas del Najerilla.
Contamos historias de "otros" tiempos y nos metemos en el río. Incluso podemos andar un rato por su cauce que es divertido. Allí cubre muy poco. Y el que se caiga, remojón.
Al final podemos atravesar el río hasta ese camino a ninguna parte y seguir hacia la Manzaneda para regresar por El Paseo de San Julián a Nájera.
Muchos lugares para recordar aquellos tiempos en que con pocas cosas sabíamos ser felices.
Yo también estoy seguro que a ellos les encantará. Y que se lo pasarán en grande.
Besos Maria José.
Javi.
Hola Villegas.
ResponderEliminarMe han sorprendido gratamente los comentarios a esta sencilla entrada.
Para mi también es muy bonito ver que la gente expresa sus mejores sentimientos con recuerdos muchas veces compartidos.
Yo también soy de la idea de que la verdadera historia de los pueblos la escriben las personas de a pie, del pueblo llano, y en Nájera hay mucha gente con historias interesantes que contar.
A modo de ejemplo, pasar un rato charlando con la Pacita es llenarse de historias, anécdotas y expresiones de Nájera. Y que bien sabe contar las cosas. El tiempo pasa volando.
De cuando era niño recuerdo con mucho cariño aquellas tardes de verano, a la sombra del parral que había junto a la casa de la huerta de mi tío Justino.
Los mayores se iban a echar la siesta y los pequeños nos sentábamos junto a mi tío Justino que nos contaba historias del pasado medieval de Nájera.
Podías imaginar aquellos personajes, Reyes, vasallos, bufones, etc. recorriendo los lugares que solíamos frecuentar en nuestras aventuras infantiles.
Aquellas historias tomaron realidad en "La Crónica Najerense". Pero esa es otra historia.
Bueno, pues a ver si al cobijo de las entradas van surgiendo los comentarios sobre la Nájera real, la de carne y hueso. De verdad que yo, al menos, iba a disfrutar mucho leyéndolos.
Un abrazo amigo Villegas.
Javi.
A pesar de paracer demostrar lo contrario, la sociedad española, por su catolicismo y por su falta de verdadera tradición liberal, es muy cerrada y la gente tiene mucho miedo a decir lo que siente. Y lo tiene con razón. Aquí lo que dices puede darte muchos disgustos. A la gente la matan por hablar. O te quema la derecha o te quema la izquierda o te queman las dos. No hay más que asomar un poco las narices a Internet para verlo.
ResponderEliminarPero sólo el libre pensamiento y la libre expresión educada y civilizada es la libertad y sólo en libertad merece la pena vivir.
Las ideas, las ideologías, los partidismos vuelven a la gente loca y la gente loca muerde.
El recuerdo de cuando vivíamos felices, ajenos a toda esta basura ideológica, cura y refresca el alma.
RilKe llevaba razón. sabía lo que se decía. Era checo de habla alemana. Terminó siendo odiado por los checos y por los alemanes. Suele pasar.