Pasaron las Ferias de "San Miguel" o lo que es lo mismo las Ferias de Nájera.
Muchos momentos para recordar de los que incluyo tan solo unos pocos apuntes.
La ternera asada de Los Parrales y el Kien. Fiel a su cita anual. Exquisita.
Los hinchables para los niños de los Parrales y el Kien en la Ribera del Najerilla . Aún sin hacer honor a su nombre.
El cerebro de la Feria A.G.T. O lo mucho que se aburrió Eduardo.
El pulpo hidráulico. Ni Julio Verne lo habría imaginado ni el capitán Nemo habría podido con él.
Los animales del campo. Otros tiempos que no volverán.
¡Hasta las Ferias de Nájera del año 2014!
Staff
Hace 9 años
¡Ferias de san Miguel!... Después de las logroñesas de san Mateo, la última gran aventura de los de pueblo en la "ciudad" de Nájera antes de la llegada de las vendimias y luego, del larguísimo invierno.
ResponderEliminarLas últimas Ferias las viví allá por el 69, el año en que me vine, exiliado y asustado, a Madrid. Las Ferias... es muy difícil explicárselas a la gente de hoy.
Llegó la industrialización, el largo Estado del Bienestar y aquel mundo agrícola y preindustrial se esfumó. Con él se fue la experiencia pueblerina de unas horas de libertad ciudadana, del disfrute del buen cine, de hasta una divertida revista, del poco cosmopolitismo que la realidad permitía. Eso sin olvidar la magia de las variopintas barracas de feria... Y la música....
Hoy la globalización lo ha trivializado todo y nada es más que una inane caricatura de lo que fue.
A nadie se le puede hacer participe de las vivencias personales. Sólo queda la nostalgia violeta... y la negra constatación de que el agua que pasa por el Puente nunca vuelve a hacerlo por segunda vez.
¿Por qué te fuiste a Madrid, asustado y exiliado, Villegas?.
EliminarHola Villegas, hablando de la Nájera del pasado, no se si ya lo habías visto:
ResponderEliminarhttp://cineclubhexagono.blogspot.com/2013/07/paisaje-de-najera-ignacio-zuloaga-1916.html
Parece que a Nájera llegaban las diligencias.
Estimados anónimos:
ResponderEliminar1) A Nájera no sólo llegaban las diligencias. A Nájera llegaba Zuloaga y se ponía a pintar la plaza donde seguramente estaba su fonda. Después llegaría más gente importante y más tarde andaría por ahí mi querido Miguel Delibes.
2) Los años sesenta fueron unos años decisivos en la vida de este continente, de este país y de esta tierra. El progreso costó sangre, sudor y lágrimas y a mí me tocó mi parte en todo ello. Ni mayor que la de unos ni menor que la de otros. La mía que es la que me afecta.
Hay muchos tipos de exilio y muchas clases de motivos objetivos para sentirse exiliado. Basta, por ejemplo, con que por la fuerza te trunquen tu elegido proyecto de vida. De ese golpe no se recupera uno nunca. La vida pasada no puede volver a rehacerse.