Al anochecer las luces de las farolas se hacen dueñas del tiempo.
Las aguas del río Najerilla bajan oscuras y silenciosas en su recorrido a través de Nájera.
Tan solo las luces de las farolas que se encuentran a lo largo de su curso descubren sus aguas tranquilas.
Es el río Najerilla que ya se prepara para dormir.
Es el silencio de la noche que empieza a cubrirlo todo.
Es el misterio de la noche.
Staff
Hace 9 años
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