Cuando se baja el telón queda la soledad. (25-03-2011)

En el escenario los actores se transforman y dan vida a sus personajes.
Junto con el decorado, las luces y el sonido forman ese gran espectáculo del directo, del momento, de lo efímero.
El público, sentado en las butacas, comparte por unos instantes sus vidas con las de los actores.
¿O quizás sólo comparte sus vidas con las de los personajes?
Cuando baja el telón, el teatro se queda vacío, silencioso, obscuro.
Solo los ecos de los momentos vividos permanecen entre sus paredes.
Es el eco de las risas, de las alegrías, de las tristezas, del miedo, de los aplausos.
Y después, con el tiempo, la soledad.
El mundo de la farándula es así.