En la parte mas profunda del cañón de Matute la luz tiene dificultades para llegar a su interior.
Las luces y sombras juegan entre si disputándose su lugar.
El riachuelo se estrecha para poder cruzar entre las parede de roca que le limitan el cauce.
Solo hay un forma de remontar el cañón en esta parte y Ianire y César lo saben bien.
Hay que entrar en las frías aguas del riachuelo y avanzar por ellas.
La travesía es lenta y dificultosa.
El paisaje un regalo de la naturaleza.
Me vas a perdonar Javier, la fotos del cañón son idílicas, pero la última de Ianire y César, es para nota, que no la vean los de los las campañas publicitarias de ropa deportiva (llámense adidas) porque nos los secuestran.
ResponderEliminar¡Son pura farándula la madre que los p......!
Un beso para ellos y para el fotógrafo 1055.