Muchas veces la naturaleza se vuelve caprichosa.
Éstos árboles caprichosos son un ejemplo de ello.
No contentos con crecer a lo alto en la búsqueda del cielo se entretienen en brindarnos esas formas caprichosas.
Se encuentran a la orilla del río Najerilla en el camino hacia la pasarela de los pescadores.
A su edad ya adulta siguen siendo juguetones.
Sus formas desafían la lógica.
Es la naturaleza abstracta.
Staff
Hace 9 años
Hola a todos, ¿Y a mí que esos árboles, que aunque parezca mentira estaban ahí, pero ocultos entre la maleza, me pueden encantar?
ResponderEliminarEs de esos que es facilón subirse, o para rodar alguna futura escena de algún musical, ja,ja,ja.
Localización de exteriores se llama ¿No Javier?
Es raro que con lo próximos que están al río, quieran hundir sus ramas en él. Es que el Najerilla tiene mucho tirón.
1056 besazos salaó.
Hola Dire.
EliminarYa sabía yo que ibas a entrar a la foto de los árboles, ja, ja,ja. Siempre que pasamos te fijas en ellos.
Nada, pues ya tenemos el bosque encantado para un próximo proyecto.
2356 besos.
Javi
Nada de árboles caprichosos.
ResponderEliminarÁrboles sabios que han sobrevivido a una historia vital complicada y que "enseñan" las cicatrices que deja "el dolor de vivir".
Charles Robert Darwin, el gran un naturalista inglés, nos enseñó que sobrevive el mejor dotado para la adaptación al medio.
El que lucha con su ambiente enemigo y se las arregla para superar las enormes dificultades que este le opone.
Esos árboles no buscan al río. Al río llegan con las raíces.
Esos árboles como todos los vegetales, buscan la verticalidad y en ella la luz y el sol. Pero
les ha costado, por lo que sea, Dios y ayuda conseguirla después de muchas vueltas y revueltas.
Esos sabios árboles nos animan a la dura pelea por una vida autónoma e independiente.
De bosque encantado, nada. Bosque más que realista.