Abramos nuestros arcones y saquemos nuestros disfraces.
Abramos nuestros arcones y saquemos nuestras máscaras.
Demos rienda suelta a nuestra imaginación.
Demos rienda suelta a nuestros deseos.
Demos rienda suelta al personaje que llevamos dentro.
Soltemos nuestras ataduras con el mundo real.
Aunque solo sea por un día al año.
Seamos lo que queramos.
¡Es carnaval!
¡Ojalá se hiciera real en el Carnaval de 2013 el texto de esta entrada!
ResponderEliminarPero....
Vivimos en una cultura global donde todo se imita sin que nadie se pregunte por qué razón existe eso que imita. Todo se coge, se usa y después, se tira. Como los pañuelos de papel.
El carnaval es una fiesta vieja y universal como el mundo.
Es una fiesta de Año Nuevo en su origen. Los pueblos de buena memoria, como Nájera, ya se disfrazan en la fiesta de Nochevieja y muchos seguían haciéndolo en los bailes de las fiestas dominicales que siguen, hasta la llegada de la cuaresma. Por ley natural es una fiesta muy pagana, nada cristiana, que une el espíritu del Año Nuevo al de la Primavera.
Es una fiesta de rechazo del mundo viejo y abrazo del mundo nuevo, más auténtico, más libre, más creativo. Es la fiesta donde predominan el buen humor (también el corrosivo) y las ganas de vivir, y en la que se representa el mundo ideal, el mundo en el que han desaparecido todas las lacras y carencias del mundo real. Es la fiesta total en estado puro.
La máscara, el disfraz, es el símbolo de la nueva personalidad individual y el instrumento que garantiza la impunidad porque el carnaval es una fiesta maldita:
-Es una fiesta subversiva. Es libre e individualista. Nunca fue bien vista por las autoridades políticas y religiosas de ningún signo. Fue la bestia negra del catolicismo y tampoco nunca hubo carnavales en las repúblicas socialistas.
-Es una fiesta transgresora. Hay juerga, comida, bebida, música, baile y sexo prohibido en abundancia.
-Es una fiesta villana que la nobleza adopta sustituyendo la subversión por la belleza y el lujo. Carnaval Veneciano.
Hoy el carnaval, en casi todas partes, es poco más que una atracción turística (Brasil, Canarias).
A lo más..., un “jaloguín" bis.
Hola Villegas.
ResponderEliminarEs curiosos lo de Nájera pero ahí el auténtico carnaval es el día de nochevieja.
La gente se disfraza después de las uvas para recibir el año nuevo. Así que tienes toda la razón en tu comentario.
El carnaval como tal, puerta de la cauresma, no se celebra mucho en Nájera.
Este año hay concurso de disfraces y parece que alguna actividad mas que otros años.
Me quedo con esa reflexión que pones al final y que empieza definiendo el carnaval como "una fiesta maldita".
Quizás los que andamos en ese otro "mundo maldito" que es la farándula tenemos ahí nuestro propio carnaval a través de los personajes que creamos o representamos.
Carnaval y teatro tienen algo de común. Ambos cambian la realidad por algo distinto fruto de la imaginación.
En la entrada de hoy va a ir una pequeña sorpresa que creo que va a ser interesante.
Un abrazo Villegas.
Javi
1) El curioso lector no debe hacerme caso y repasar:
ResponderEliminarPara el carnaval medieval, las páginas del Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita.
No tienen desperdicio. El catolicismo no pudo con el muy carnal carnaval pagano.
Para el carnaval de nuestros bisabuelos,Mariano José de Larra, "El mundo todo es máscaras. Todo el año es carnaval".Artículo de El Pobrecito Hablador, 4 de marzo de 1833.
Larra describe bien lo que era de verdad el carnaval de la muy puritana e hipócrita clase media española.
Se pueden buscar en Internet y merecen la pena.
No nos olvidemos que el teatro nace originariamente de la fiesta villana colectiva. El teatro más primitivo es "comedia", es decir: actuación de comparsa, de truppe, de cuadrilla que está de fiesta.
2) Hasta no hace mucho, el teatro más popular era ese cajón de sastre de humor, música, picardía y comedia que llamábamos "La Revista". Con mucho disfraz de lentejuelas y plumas, pero que todo lo dejaban al descubierto.
La más genial revista nunca mejor filmada es ese peliculón titulado "Cabaret",USA 1972, dirigida por Bob Fosse y protagonizada, entre otros, por Liza Minnelli, Michael York y Joel Grey...
Estoy de acuerdo en todo lo que dices, Villegas. Siempre pensé que el carnaval, como fiesta transgresora que es, no puede ser organizado por el Ayuntamiento ni por ninguna autoridad, porque entonces pierde su esencia. Me han contado que un grupo de chavales llevan todo el año ensayando una batucada y que desde el Ayuntamiento se les impide actuar porque "ya hay muchas actividades". Yo quiero animarles a transgredir el ordeno y mando del Ayuntamiento y que desfilen con su batucada animando las calles de esta cada día más aldeana Nájera.
ResponderEliminarHola Mariano José.
ResponderEliminarDesde luego a ese grupo de chavales no tiene ningún sentido que les prohíban tocar. No hacen daño a nadie y es mejor que haya muchas actividades que pocas.
Que toquen y disfruten ellos y los demás con ellos. El carnaval es del pueblo llano y no de las autoridades que ya mandan (por desgracia) el resto del año. ¡Viva la batucada!
Saludos.
Javi
Si el desfile con la batucada se hace civilizadamente, no veo dónde está el problema. Es como en san Juan, pero a ritmo medio de samba o así ¿No? Perdonadme, pero es que soy muy viejo.
ResponderEliminar¿Qué inconveniente hay en que la gente prepare "su" fiesta y la viva a "su" manera? ¡Es "su" fiesta!